09 agosto 2010

LA SECUNDARIA TECNICA, SU CONTRIBUCION A LA FORMACION PARA EL TRABAJO EN SECTORES DE POBREZA

Por: Enrique Pieck Gochicoa
ISSN (Versión impresa) 1405 – 6666 México
http://redalyc.uaemex.mx/pdf/140/14002509.pdf



Se reportan los resultados de una investigación sobre las secundarias técnicas, su objetivo fue responder a la pregunta sobre el sentido y función de la formación para el trabajo en esta modalidad, en particular su importancia para los jóvenes de sectores vulnerables. El trabajo se apoya en casos de secundaria de cinco entidades del país. Los resultados evidencian la situación precaria, el bajo posicionamiento y el abandono en que se encuentran las tecnologías, lo que lleva a cuestionar la medida en que la secundaria técnica forma actualmente para el trabajo, con base al relevamiento de algunas practicas, las conclusiones señalan la importancia de la secundaria técnica en contextos rurales y urbanos marginales, por la respuesta que puede ofrecer a los problemas que enfrentan jóvenes de sectores vulnerables, se apuesta por un rescate de esta modalidad educativa y por la necesidad de brindarle los apoyos necesarios.

La secundaria constituye una de las tres modalidades principales de educación básica en México, surge a fines de los setenta y hoy da cuenta de cerca de 30% de la matrícula en este nivel, su particularidad es ser una opción educativa bivalente que ofrece un valor adicional dentro de la currícula, los estudiantes cursan el programa regular de secundaria y a su vez, se capacitan en un área tecnológica, egresan con el certificado de secundaria y con un diploma de auxiliar técnico en una determinada especialidad.

A más de treinta años de haberse creado, en el marco de contexto que sigue caracterizando a México, resulta de interés cuestionarse sobre la importancia de una modalidad como secundaria técnica: ¿En qué medida responde a las necesidades de formación para el trabajo?, ¿Cuál es su importancia para los jóvenes que habitan en sectores desfavorecidos y para quienes la secundaria resulta su umbral educativo?.

La secundaria técnica tiene particular importancia dentro del sistema educativo formal. Se trata de un nivel que ha tenido un incremento notable en su matricula en los últimos años, a su vez, la inclusión de la secundaria dentro de la educación básica obligatoria, en 1993, llevo a incrementar las acciones orientadas a fortalecer y ampliar su cobertura, no obstante, la secundaria todavía presenta problemas en términos de cobertura, índices de reprobación y de deserción, a ello se aúna la baja calidad de este nivel educativo (currículos inadecuados; bajos perfiles docentes, alta rotación de personal, infraestructura marginal, falta de evaluaciones, sobrepoblación, etc.) y su misión indefinida en lo que se refiere a sus propósitos formativos.

En este nivel cuando se adquieren competencias importantes para la vida como el trabajo en equipo, el vivir juntos, la resolución de problemas, la adaptabilidad, etc. Asimismo, tiene el reto de preparar a los estudiantes para la transición al mundo del trabajo, de tal modo , son tres funciones importantes las que cumple este nivel, preparar a los estudiantes para la educación superior, formar buenos ciudadanos y brindar una formación para aquellos que llegaran solamente a este nivel de educación.
La secundaria técnica representa una opción interesante en México al ubicarse en el nivel básico y constituir una apuesta de formación para el trabajo, a través de la impartición de una gama de talleres (dibujo industrial, electrónica, computación, industria del vestido, electricidad, secretariado entre los más comunes). Que forman parte de su currícula y que tienen como objetivo dotar a los jóvenes de competencias técnicas básicas en diferentes especialidades u oficios.

Para los jóvenes que no desean o no pueden continuar la educación media superior, la secundaria técnica constituye una opción ventajosa que les permite acreditar sus estudios y además adquirir competencias técnicas y laborales básicas para enfrentar de mejor manera el futuro escenario laboral. Hay especialidades tecnológicas que responden a las necesidades de medios rurales y urbanos marginales y que facilitarían la incorporación de los jóvenes a actividades productivas propias de estos contextos; y la importancia de que las escuelas secundarias técnicas se articulen con el desarrollo de las comunidades rurales con base en las especialidades tecnológicas de cada plantel.

En el estudio se dio un énfasis especial a obtener información sobre las percepciones de las personas que intervienen en los diferentes niveles del organigrama académico. El interés fue tratar de captar la dinámica escolar, el ambiente docente, el sentido con que se vive la formación para el trabajo en la secundaria técnica, en particular el posicionamiento del componente tecnológico en la curricula y en la dinámica escolar. Se opto por incluir algunos planteles de zonas semiurbanas con el propósito de analizar la importancia y el significado de incluir talleres diferentes a los agropecuarios (secretariado, carpintería, computación) dentro del programa curricular de los planteles, también se selecciono un plantel en zona urbana para efectos de contraste con la muestra de planteles agropecuarios).

La conformación de los espacios es diferente entre las escuelas; sin embargo, pareciera un rasgo común el descuido en que se encuentran las áreas designadas a las tecnologías y consecuentemente, la imagen subestimada que se tiene de ellas, el descuido, los talleres abandonados, la falta de materiales y herramientas, los desechos de tecnologías y la escasez de mobiliario, conforman escenarios comunes en las escuelas.

Los docentes son un componente fundamental de la dinámica escolar, ya que en ellos recae le mayor responsabilidad sobre la calidad de la oferta educativa, fue común encontrar entre los profesores de las áreas tecnológicas, perfiles técnicos, (agrónomos, técnicos agropecuarios, carpinteros, etc.) que corresponden con los talleres que desempeñan pero que carecen de los elementos pedagógicos necesarios ya que generan dificultades en el proceso enseñanza – aprendizaje.

Las telesecundarias vinculadas con la comunidad, promueven esta relación a partir de su propio modelo educativo. En estas escuelas se logran articulaciones con la comunidad donde esta llega a percibir al plantel como una fuente de apoyo, lamentablemente en la mayoría de los casos la vinculación con la comunidad se entiende desde una lógica meramente funcional, referida a los padres de familia y a la formulación de solicitudes a instituciones gubernamentales.
Uno de los puntos principales de la investigación es la necesidad de evaluar la secundaria técnica en todos sus niveles. Esta modalidad permanece en una inercia en la que conviven, la falta de recursos, tecnología obsoleta, perfiles docentes sin herramientas didácticas y pedagógicas, programas de formación que no responden al interés ni a las necesidades de los docentes, ausencia de proyectos escolares, falta de colectivos y estrategias académicas, de liderazgos y nuevos estilos de gestión, etc.

Se plantea como necesario y de gran utilidad el desarrollo de estudios de caso que permitan documentar las experiencias exitosas. Es importante socializar y desarrollar otros estudios que permitan conocer las buenas prácticas que se están realizando en esta modalidad. Una conclusión muy importante cuando se pondera la importancia de la secundaria técnica es, sin duda, la evidente y urgente necesidad de apoyos y reestructuraciones que requiere esta modalidad para salir del letargo en que se encuentra.

06 agosto 2010

ACTITUD DOCENTE HACIA LA EVALUACION EDUCATIVA

Por: Wenceslao Verdugo Rojas
Revista Mexixana de Investigación Educativa COMIE
ISSN (Versión impresa): 1405-6666 México
http://www.redies.org/revista/ARTICULO_2.pdf

La presente ofrece parte de la manifestación de docentes de educación básica hacia la evaluación educativa, así como la opinión de expertos en relación con la forma en que se ha implementado, desarrollado y utilizado dicho recurso recientemente, en especial el Programa de Exámenes Bimestrales implementado por la Secretaría de Educación y Cultura del Estado de Sonora, iniciado durante el ciclo escolar 2005 – 2006, fortalecido al siguiente ciclo y finalizado en el periodo 2007 - 2008. Se aplicó una escala tipo Likert a dos mil profesores de primaria y secundaria y un guión de entrevista en línea a expertos en diferentes ramas de la educación. En los resultados se encontró polarización, pero convergencia en ciertas opiniones de sobre-evaluación a los alumnos y sub-utilización de resultados, descartando además factores como antigüedad, género o nivel de carrera como influyentes en la actitud docente hacia la evaluación.

Comentarios recurrentes que obligan a platicar en los pasillos de las escuelas como se ha deteriorado lentamente, pero a paso firme, el gusto por el saber académico o al menos el aparentar un poco de agrado por el estudio y el conocimiento, baste revisar los resultados de las pruebas estandarizadas que hubican a la población estudiantil dentro del segundo cuartil del logro en ciencias, en el caso particular de la Evaluación Nacional del Logro Académico de Centros Escolares ENLACE, clasificó al 85% de nuestros estudiantes con la calificación de logro insuficiente o elemental, mientras que la prueba del Programa para la Evaluación Internacional de Estudiantes PISA, de la OCDE, colocó a nuestro país en el lugar 34 de 41 evaluados.

La evaluación educativa es una actividad necesaria que ha tomado mucha fuerza en los últimos años, se han diseñado e implementado diversas iniciativas de valoración de aprendizajes fundamentalmente en dos modalidades: interna y externa, siendo ambas complementarias y que necesariamente deben de coexistir, ya que si solo atendemos a la valoración externa se corre el riesgo de operar bajo indicadores posiblemente ajenos a la realidad educativa, mientras que por otra parte si solamente se consideran las evaluaciones internas pudieran presentarse justificaciones complacientes que desplacen los resultados.

El Estado de Sonora no ha sido la excepción y desarrolló un sistema de evaluación de resultados de estudiantes de educación básica interno que complementara al ya existente sistema externo. Este sistema de evaluación interna surgió como idea y se implementó sin tecnología adecuada durante el ciclo escolar 2005 – 2006 aplicando exámenes de todas las asignaturas desde segundo en primaria y de español y matemáticas en secundaria, capturando manualmente la información, fue durante el ciclo escolar 2006 – 2007 que el Programa de Exámenes Bimestrales adquirió nombre y evolucionó a un sistema más complejo con uso de lectores ópticos y que diseñaba, aplicaba y capturaba medio millón de exámenes cada bimestre, quizá demasiada información considerando los fenómenos internacionales de sobre evaluación y sub utilización de resultados, los cuales fueron motivo de que el programa finalizara solamente a dos años de su fortalecimiento.
Esta iniciativas de cambio, al igual que casi todas las actividades del ser humano, generalmente activan actitudes predispuestas de rechazo, como ha sucedido con otras evaluaciones externas internacionales, nacionales y locales, por ejemplo, cuando han iniciado diferentes el programa de evaluación, algunas escuelas cierran temporalmente sus puertas para que no se apliquen los exámenes.

La actitud docente no es la excepción a la generalidad antes mencionada, en tal sentido el presente estudio lleva dos intenciones, la primera conocer dicha actitud manifiesta por parte de la comunidad educativa y además ofrecer información que conduzca a la toma de decisiones fundamentada, al menos parcialmente, en la opinión docente.
Las preguntas de investigación, ¿Qué actitud manifiestan los docentes hacia la evaluación educativa? Los profesores manifiestan una actitud que va desde mala hasta indiferente hacia la evaluación educativa. ¿Cómo se relaciona las características docentes con la actitud docente hacia la evaluación educativa? Los profesores con mayor antigüedad manifiestan menor interés en la rendición de cuentas.

El objetivo conocer la actitud que manifiestan los docentes hacia la evaluación educativa. Conocer la opinión que de la actitud anterior manifiestan expertos en diferentes áreas de estudio de las ciencias de la educación.

Se han encontrado diferentes estudios que revisan por separado la actitud, docencia y evaluación educativa, pero no se ha podido localizar literatura en la que converjan estos dos constructor.

En términos generales las investigaciones de actitud coinciden en que el concepto de actitud es básico en los campos de psicología social y en la teoría de la personalidad a lo largo de su trayectoria profesional, los docentes adquieren experiencia y forman una red u organización de creencias características, entendiendo por creencia la predisposición a la acción, integrando un conjunto de creencias, relacionadas entre sí y organizadas en torno a un objeto o situación. Las formas que cada persona tiene de reaccionar ante cualquier situación son muy numerosas, pero son las formas comunes y uniformes las que revelan una actitud determinada.

Aún cuando en nuestro país la enseñanza – aprendizaje de la actitud solamente se realiza a través del currículo oculto, Sastre (1998) indica una tendencia que ha transitado desde una orientación metodológica centrada en la "obediencia a la autoridad docente" hacia otra, basada en "la cooperación entre iguales" y fundamenta el desarrollo de investigaciones que en los últimos tiempos pretenden determinar elementos que hagan susceptible para los individuos la comprensión de la "importancia vital de la moralidad".

Esto último de la moralidad viene porque se relaciona directamente la enseñanza de la actitud con la de los valores morales.

Según Morales (1999) son tres las respuestas a través de las cuales se manifiesta la actitud, las conductuales, afectivas y cognitivas.
Y es siguiendo este modelo que se desarrollará el presente estudio, valorando cada una de las formas de respuesta en torno a la actitud docente, considerando que las respuestas:

Conductuales: Son las que se conocen a través de los hechos, algunas manifestaciones de la actitud durante la implementación de diferentes sistemas de evaluación externa fueron de forma conductual polarizada, en el sentido de que como se mencionaba anteriormente se observaron casos de que miembros de la comunidad educativa cerraron escuelas para que no se aplicaran dichas exámenes, mientras que otros profesores fueron al otro extremo fueron al otro extremo de contestar ellos mismos los exámenes para dictar después las respuestas a los alumnos.

Afectivas: Son las que se conocen a través de comentarios por escrito o verbales, en el caso del programa de exámenes bimestrales se envían junto con el paquete de exámenes y hojas de respuesta, un formato que invita a participar con su informe y opinión, el cual se contesta por algunos docentes, quienes manifiestan su sentir acerca de la evaluación. En este estudio se aplicará una escala tipo Likert para conocer este componente actitudinal.

Cognitivas: Son las que se conocen por medio de instrumentos que valoren el domino de hechos y conocimientos, para lo que parte del instrumento mencionado en el párrafo anterior es relativo a este aspecto, además de que se realiza una entrevista a expertos en el tema.
Es claro que aún cuando la actitud se compone de las tres anteriores formas de respuesta, mantiene su carácter unitario, además que un componente puede surgir primero que otros o propiciar el surgimiento de otro de los elemento, por ejemplo, lo más habitual es que una actitud pueda surgir de forma afectiva para después pasar a ser una conducta, pero también puede ser que se aprenda algo y después asimilarlo como afectividad. En tal sentido no se ha encontró un punto de acuerdo en cuanto a que si las actitudes determinan nuestra conducta o si por el contrario nuestra conducta determina a nuestra actitud. Fishbein y Ajzen en su explicación denominada “probabilidad subjetiva y la deseabilidad subjetiva” se afirman que son las "creencias" los antecedentes de las actitudes, pues plantea que la actitud hacia un objeto es el producto de las creencias que la persona tiene hacia el mismo.

En todos los casos se puede presentar el fenómeno de ambivalencia actitutinal, que bien se pudiera llamar trivalencia actitudinal, es decir que se diga una cosa, se piense otra y se realice otra diferente, por ejemplo, 1. Afectivamente se puede sentir que la evaluación educativa es una pérdida de tiempo, mientras que 2. Cognitivamente se sabe que es una herramienta útil para la mejora de la calidad educativa a través de la retroalimentación, pero 3. Conductualmente aplicar los exámenes a los alumnos dictándoles las respuestas o engrapando las hojas de respuesta en el área del “tren de tiempo” para que no puedan ser leídas.
La habilidad del profesor para enseñar lo que sabe, ya que no basta con evaluar si el profesor domina lo que tiene que enseñar o las dinámicas de enseñanza a nivel teórico, es necesario revisar si su desempeño real dentro del aula es el adecuado para un buen desarrollo del proceso de enseñanza aprendizaje.

En cuanto a la interpretación de correlaciones más significativas, se encontró que los profesores con más alto nivel de estudios consideran que los exámenes estandarizados desmotivan a los alumnos, quizá debido a que perciben con mayor magnitud el estrés por la rigurosidad que exigen este tipo de evaluaciones, pero no hay que dejar por un lado la importancia en el desarrollo de competencias en la realización de exámenes estandarizados ya que los alumnos serán evaluados de esta forma durante casi toda su vida si continúan con su desarrollo académico o profesional.

Se encontró que entre mayor sea el grado que imparten los docentes desde primaria hasta secundaria aumenta también la idea de que los exámenes confunden al alumno, quizá debido a que en secundaria se presenta una mayor diversidad de perfiles docentes.
Los profesores que otorgan mayor puntuación del examen a la calificación no consideran que los exámenes confundan a los alumnos, quizá por este motivo le
dan mayor importancia al examen estandarizado.

La idea de que los exámenes confunden es mayor en los profesores que manifestaron que sus alumnos estudiaron una mayor cantidad del programa, lo que implica que posiblemente el conocimiento no estaba adecuadamente organizado en los exámenes o en los alumnos.

Por otra parte, los profesores con mayor grado de estudios manifestaron su inquietud por participar en la elaboración de reactivos para el Programa ExaBim, lo que implica interés y aceptación en la evaluación misma, para este punto se recomendó un esquema de capacitación de docentes interesados, captura de reactivos en línea y pago por reactivos a los docentes, con tres intenciones fundamentales: promover la aceptación de los sistemas de evaluación, actualizar a la planta docente de manera que estuvieran en condiciones de opinar informadamente de los resultados de evaluaciones regionales, nacionales e internacionales y por último descentralizar las oportunidades de capacitación y de mejora económica.

El refrán popular “el que nada sabe nada teme” se confirma en este estudio debido a que los docentes que lograron una mayor parte del Plan y Programas manifestaron sentirse nerviosos con la aplicación de los exámenes, quizá por que conocían la gran amplitud de contenidos.

Los docentes que consideran que los exámenes crean más interacción entre el estudiante y profesor son los que otorgan una mayor parte de la calificación al examen, quizá porque los alumnos se sienten mas motivados y comprometidos a obtener un mejor resultado tienden a plantear muchas mas dudas al profesor que si el examen careciera de importancia.

El Programa de Exámenes Bimestrales había ganado aceptación entre los docentes, considerando que durante el primer año del programa hubo grupos de maestros que cerraron escuelas para evitar ser evaluados, implicando que los profesores ya habían adecuado la forma de trabajar en sus grupos y modificado el esquema de evaluación y que deberán ahora de retomar sus anteriores metodologías.

LA PROBLEMÁTICA DE LAS MAESTRAS PRINCIPIANTES EN ESCUELAS PRIVADAS DE EDUCACIÓN BÁSICA: UN ESTUDIO COMPARATIVO ENTRE ESPAÑA Y MÉXICO

Por: Magda Yolanda Cantú Tijerina
Revista Electrónica de Investigación Educativa,Vol. 8, No. 2, 2006
ISSN (Versión impresa) 1607-4041 México
http://redie.uabc.mx/vol8no2/contenido-cantu.html


Con el propósito de explorar los problemas que enfrentan las maestras principiantes en escuelas privadas de educación básica de la ciudad española de Madrid y la ciudad mexicana de Monterrey, se aplicaron cuestionarios a maestras debutantes de escuelas privadas en ambas ciudades. Los resultados indican que en ambos contextos las maestras principiantes enfrentan problemas de carácter académico, organizacional, social y de material y tecnología. Sin embargo, destaca el hecho de que las maestras mexicanas perciben mayor cantidad de problemas en todas las categorías, que sus colegas españolas. La similitud en los resultados se encontró en la categoría de los problemas sociales, que fue la menos mencionada por las maestras de ambas ciudades. Ello sugiere que la naturaleza cultural de México y España pudiese ser un factor importante que coadyuva a una buena adaptación de las maestras que recién se incorporaran al ejercicio profesional.

Cada año, miles de estudiantes obtienen un título que los capacita para incorporarse como docentes en las distintas escuelas de educación preescolar, primaria o secundaria. Para México, y según información obtenida de la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES, 2002), en el año 2000 egresaron de las carreras orientadas a la educación 6,765 estudiantes, de los cuales 515 eran del estado de Nuevo León. En España, para este mismo año, se encontraban estudiando la carrera de Ciencias de la Educación 36,056 alumnos, de los cuales 12,666 terminaron su carrera y sólo en la Comunidad de Madrid fueron 1,139 los que concluyeron sus estudios en Educación o áreas afines (Instituto Nacional de Estadística, 2003). ¿Cómo es la experiencia de estos profesionistas al enfrentar la tarea docente?
Calliari (1990), cataloga los primeros años docentes con la frase “El lamento de las maestras principiantes”, que incluye aseveraciones como las siguientes: “¿Por qué nadie me dijo esto antes?, ¡Yo no sabía que era responsable de hacer esto!, ¡No, yo no leí el manual de las maestras nuevas!, ¡Yo no tenía idea de que la enseñanza fuera tan demandante!” (p. 260). De manera más sistemática Dunn (2002) clasifica las dificultades que enfrentan las maestras principiantes en cuatro áreas: a) problemas en el área académica, b) problemas organizacionales, c) problemas sociales y d) problemas de material y tecnología.
a) Problemas académicos
Uno de los problemas más patentes en los Maestros Principiantes es la falta de habilidad para improvisar con creatividad, respetuosamente y con conocimientos, debido a que no cuentan con la capacidad de enseñar y aplicar lo que saben ni con la experiencia necesaria para saber diferenciar entre enseñar y estudiar, presentan dificultades en aspectos como el control de grupo y mantener la disciplina, carecen de suficientes estrategias de enseñanza, no tienen la habilidad de crear oportunidades para que todos los alumnos aprendan, no saber cómo enfrentar a alumnos con problemas de aprendizaje, muchos carecen de suficientes conocimientos relativos a la planeación del programa académico y aun sobre el contenido de las materias que imparten.
b) Problemas organizacionales
Es importante proteger a los Maestros Principiantes, pues debido a su propio entusiasmo son sobresaturadas de responsabilidades, tales como la participación en actividades extracurriculares, clubes y comités, asi como el que les asignen las clases que los maestros con experiencia no quieren, los alumnos más problemáticos de la escuela, los deberes o tareas más difíciles fuera del salón de clases, las evaluaciones que nadie quiere realizar y que, además, nadie ayuda o monitorea su progreso.
c) Problemas de material y tecnología
Un problema que se vive día con día, que no parece muy trascendental es el de la elaboración de material didáctico y de la decoración del salón, así como la ausencia de materiales apropiados para enseñar. Eilerman y Stanley (1994) encontraron que precisamente éste es un problema que las Maestros Principiantes afrontan en su primer año de docencia. Similarmente, Brock y Grady (1998) descubrieron la falta de conocimientos de las maestras novicias relativo a la elaboración y desarrollo de material didáctico.
d) Problemas sociales
Merseth asegura que la cultura de las escuelas está caracterizada por un alto valor de autonomía y privacidad. Los Maestros Principiantes rápidamente se hacen conscientes de esta característica y vacilan en solicitar ayuda por miedo a que los puedan catalogar negativamente (citado por Babinski, Jones y DeWert, 2001). Esto implica un problema de relación entre colegas, que lleva a los Maestros Principiantes a experimentar un sentimiento de aislamiento (Williams y Williamson, 1996; Wilson y Ball, 1996) y, para otros, a sentirse desmoralizados (National Education Association, 2000).
Además de los problemas de relación con los colegas, los maestros debutantes experimentan también problemas de relación con sus directivos: sienten que son poco escuchados por ellos y que carecen de su apoyo, tal como sugieren Weasmer y Woods (2000). Esta situación, aunada a los problemas organizacionales, lógicamente desemboca en desgaste emocional.
Además, encontraron que los maestros debutantes manifestaban temor hacia la relación con los padres de familia. A este respecto Love (1996) y Johnson (2001) coinciden en que la relación que se establece con los padres de familia provoca angustia y ansiedad para los Maestros Principiantes, pues no saben cómo manejar la situación.
En síntesis, las voces de referencia indican que existen problemas académicos, organizacionales, sociales, y de material y tecnología. Todos ellos, naturalmente, repercuten en el desempeño docente, tanto en un agotamiento, como en un deseo por continuar en la profesión. Muchos se desilusionan y renuncian a la enseñanza. Boreen y Niday (2000) indican que 50% de los maestros en los Estados Unidos dejan la profesión en los primeros cinco años de práctica y que 80% deserta después de 10 años.

Conclusión
Es evidente la necesidad de estudios en los que más escuelas privadas estén involucradas y, por consiguiente, más maestras. También es necesario considerar escuelas del sector público. No obstante, con este trabajo es posible detectar necesidades concretas a la cuales es importante responder, derivadas de las preguntas que dieron origen a este trabajo.
En cuanto a la primera pregunta relativa a los problemas que enfrentan las maestras principiantes en Monterrey y en Madrid, los resultados indican que los problemas de las MP son variados. Por un lado, manifiestan enfrentar dificultades al carecer de experiencia y sabiduría para impartir sus clases y problemas para involucrar a los padres de familia en la educación de los niños. Por otro, señalan que carecen de tiempo para planear sus clases y que enfrentar grupos numerosos. Esto deriva en la necesidad que tienen las escuelas formadoras de maestros de enfatizar la práctica docente durante los estudios profesionales, además de ofrecer en el plan de estudios cursos destinados a la formación de ciertas habilidades, como la administración del tiempo.
Lo anterior también conlleva a la necesidad de establecer estrategias dentro de las escuelas para el fomento de una cultura más participativa por parte de los padres de familia.
En cuanto a la segunda pregunta, respecto a la diferencia que existe entre los problemas planteados por las maestras en los contextos de Monterrey y Madrid, en términos generales, la respuesta reside en el énfasis que las maestras mexicanas otorgan a la carencia de recursos materiales y tecnológicos y en la mención de un mayor número de problemas académicos y organizacionales.
Las maestras de España como las de México aluden a que han enfrentado mayores dificultades en los aspectos académico y organizacional. En menor medida consideran que el aspecto social ha sido problemático. Al respecto, la naturaleza cultural de ambos países pudiese ser un factor determinante en las relaciones sociales. Es decir, lo que destaca es que tanto las maestras españolas como las mexicanas perciben la relación con colegas, directivos y padres de familia como poco problemática. En términos de la administración de las escuelas, esto podría ser utilizado como palanca para contrarrestar el resto de los problemas; naturalmente, ello implicaría consolidar el ambiente social que ya existe.
Además, si se destinaran esfuerzos por parte de las mismas escuelas y de las universidades, sería posible aminorar los demás problemas y contribuir a que las maestras tengan un ingreso más positivo al ejercicio profesional.
Responder a lo anterior no solamente mejoraría los primeros años de ejercicio docente, sino que beneficiaría también la educación de nuestros niños.